En Cuidar Bien a los Mayores nos planteamos muchas veces como poder ayudar y trabajar con personas con deterioro cognitivo.
En esta entrada vamos a desarrollar una terapía no farmacológica que es muy útil y puede ayudar mucho en las primeras etapas del deterioro.
La arteterapia es una modalidad terapéutica que utiliza la expresión artística como herramienta para facilitar la comunicación, especialmente en aquellas personas que enfrentan dificultades para verbalizar sus pensamientos y emociones. Esta terapia no farmacológica se ha consolidado como un recurso muy valioso para personas con enfermedades como el Alzheimer, ya que ayuda a los pacientes a conectar con sus emociones, recuerdos y capacidades cognitivas, incluso cuando el deterioro cognitivo dificulta otras formas de comunicación.
¿Qué es la Arteterapia?
Según la Asociación Profesional Española de Arte terapeutas (2011), la arteterapia es una profesión asistencial en la que se utiliza el proceso creativo artístico como un medio para la expresión y resolución de conflictos emocionales y psicológicos. Esta práctica es especialmente beneficiosa para aquellos pacientes que, debido a sus condiciones, tienen dificultades para comunicarse verbalmente. A través de la creación artística, los pacientes pueden expresar deseos, necesidades, sentimientos y recuerdos de manera no verbal.
En el contexto del Alzheimer, la arteterapia se convierte en una herramienta fundamental, ya que permite a los pacientes seguir participando activamente en su entorno y en su cuidado, estimulando áreas cognitivas, emocionales y sociales que se ven afectadas por la enfermedad.
Objetivos de la Arteterapia en el Alzheimer
El objetivo principal de la arteterapia en pacientes con Alzheimer es estimular las capacidades cognitivas y ralentizar el deterioro a través de actividades artísticas y manuales. El proceso creativo tiene un impacto positivo en el área cognitiva, emocional y social de los pacientes. Algunas de las metas más específicas de esta terapia incluyen:
- Crear un espacio de bienestar y confianza, proporcionando un entorno relajado donde los pacientes se sientan cómodos.
- Fomentar la creatividad, ayudando a los pacientes a seguir siendo productivos y activos mentalmente.
- Reforzar la autoestima de los pacientes, ya que el proceso artístico les permite experimentar un sentido de logro y satisfacción.
- Ejercitar la memoria a través de actividades simbólicas, lo que les permite conectar con recuerdos pasados y fortalecer sus capacidades cognitivas.
- Estimular los sentidos y la creatividad, lo que favorece la interacción y la comunicación a través de medios visuales, táctiles y motrices.
Áreas de Intervención
La intervención de la arteterapia se enfoca en diferentes áreas cognitivas y emocionales clave que se ven afectadas por el Alzheimer. Estas áreas incluyen:
- Expresividad y creatividad: A través de la creación artística, los pacientes pueden expresar pensamientos y emociones que de otro modo no podrían compartir.
- Motricidad fina y gruesa: Las actividades artísticas ayudan a mejorar las habilidades motoras, desde el uso de las manos y los dedos hasta la coordinación más compleja.
- Percepción o gnosias: A través del arte, se estimulan la percepción visual y táctil, lo que ayuda a mejorar la capacidad de reconocer formas, colores y texturas.
- Atención y concentración: Las actividades artísticas requieren que los pacientes se concentren, lo que estimula su capacidad de atención.
- Memoria: A través de la reminiscencia artística, los pacientes pueden reconectar con recuerdos pasados, mejorando su memoria a corto y largo plazo.
- Motivación y autoestima: La expresión artística ayuda a mejorar la motivación de los pacientes, permitiéndoles sentirse valorados y competentes.
- Relajación: Las actividades artísticas pueden inducir a un estado de calma y relajación, aliviando la ansiedad y el estrés.
Características del Tratamiento
La arteterapia está indicada para pacientes con Alzheimer en diferentes fases de la enfermedad, desde el deterioro leve hasta el severo (según las escalas GDS 3-6). Se realiza principalmente en sesiones grupales, aunque también se puede adaptar a tratamientos individuales según las necesidades del paciente.
El tratamiento suele llevarse a cabo en centros de día y domicilios particulares, donde se proporcionan espacios adecuados para la actividad. Las sesiones suelen durar entre 60 y 90 minutos, y se realizan con una frecuencia de una o dos veces a la semana.
La metodología de la arteterapia es activa y participativa, adaptándose a las capacidades cognitivas y físicas de cada paciente. Cada sesión sigue una estructura clara: se selecciona la actividad artística, se explica la temática y el proceso, se entregan los materiales necesarios y se da tiempo para la creación. Además, la participación puede ser tanto individual como grupal, lo que permite fomentar la interacción social y el apoyo mutuo entre los pacientes.
Recursos Humanos y Materiales
El perfil profesional ideal para implementar la arteterapia es una arteterapia con formación especializada. Sin embargo, debido a la falta de profesionales en algunas áreas, pueden intervenir otros especialistas, como terapeutas ocupacionales, psicólogos, animadores socioculturales o técnicos de integración social. Estos profesionales se encargan de diseñar, ejecutar, evaluar y coordinar las sesiones, adaptando las actividades a las necesidades de cada paciente.
Los materiales utilizados pueden variar dependiendo de la actividad y la temática, y van desde materiales tradicionales de manualidades (acuarelas, lápices de colores, tijeras) hasta materiales reciclados (revistas, cajas, cuerdas). En ocasiones, las actividades se adaptan a las estaciones del año, utilizando temas como Navidad o Carnavales para trabajar la orientación temporal de los pacientes.
Evaluación y Seguimiento
La evaluación de la arteterapia se enfoca en el proceso terapéutico, no en la calidad artística de las obras. Los profesionales observan aspectos como la participación, la concentración, el nivel de independencia del paciente y su actitud ante las tareas. Esta evaluación se realiza de forma continua mediante fichas individuales, donde se registran el desempeño y las conductas de los pacientes. Además, se realiza una valoración mensual, y en algunos casos, evaluaciones trimestrales y anuales para ajustar la terapia según el progreso del paciente.
La evaluación también permite identificar las necesidades de adaptación de las actividades y el tipo de apoyo requerido, asegurando que cada paciente reciba el apoyo adecuado para participar plenamente en las sesiones.
Conclusión
La arteterapia es una herramienta valiosa para mejorar la calidad de vida de las personas con Alzheimer, ya que les permite expresarse y mantener su conexión emocional a través del arte, a pesar de los desafíos cognitivos de la enfermedad. Además, promueve la estimulación mental, el refuerzo de la autoestima y el bienestar emocional, contribuyendo a ralentizar el avance del deterioro cognitivo. Con un enfoque terapéutico adaptado y profesional, la arteterapia tiene el potencial de ser una intervención clave en el manejo integral del Alzheimer, beneficiando tanto a los pacientes como a sus familias.